Variado y delicioso en Alemania

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Alemania, con toda esa dura pronunciación nos ofrece dentro de su amplia cocina platillos variados entre carnes, pescados, lácteos, embutidos y cuanta cosa extraña se nos pueda ocurrir.

La cocina alemana es por demás variada, pues en cada región o zona existen preparados y platos particulares. Dentro de los platillos o elementos más emblemáticos tenemos sus embutidos y carnes, los postres como el strudel o la selva negra y la mundialmente conocida cerveza entre sus bebidas.

También existe cierta segmentación de acuerdo a las regiones o ciudades, aunque la gastronomía de este país recibe esencialmente muchas influencias internacionales. Si hay algo por lo que se caractericen es precisamente por las generosas raciones que sirven en cada plato… como para no pedir repetición.

En cuanto a carnes, la que goza de predilección es la de cerdo, aunque también opta por algunas aves y animales de caza, como conejos, o jabalíes. Sus acompañamientos tienen mucho de pasta y de huevo, lo que las hace consistentes y dotan de energía para toda una jornada de actividades.

Los ya mencionados embutidos y lácteos como el jamón, el salame y los quesos, que pueden ser con leche agria como el Quark son también un gran alimento que se sirve de preferencia en las mañanas con un buen pancito con mermelada, miel u otras delicias para untar.

Alemania cuenta también con interesantes postres en los que las frutas y las tartas juegan un rol principal, como lo son el Käsekuchen que es un pastel de queso y la tarta de la Selva Negra. En cuanto a la bebida, pues la cerveza se lleva los laureles por su reconocimiento global pero no hay que menospreciar sus vinos y bebidas destiladas, además de su grato café.

En fin, en Alemania no te morirás de hambre pues te sirven como vikingo; es más, si te quedas un tiempito de seguro que coges más peso del que imaginabas… pero sin duda serás feliz.