Una de las más espléndidas obras de la arquitectura barrocas y mundialmente famosa es el Palacio Zwinger de Dresde, Alemania, testigo mudo del paso de una increíble dinastía. Rodeado de galerías y pabellones -obra maestra del barroco sajón-, el palacio exhibe además diversos juegos de agua que le dan un toque fascinante.
Decorado con exquisitas obras de arte, fue originalmente construido como un invernáculo de naranjos por disposición de Augusto el Fuerte, quien utilizaba el lugar para celebrar majestuosas fiestas. Mención especial merecen el pabellón de campanas con carrillón de porcelana de Meißen como así también el pabellón terraplén que exhibe gran cantidad de esculturas. Algo imperdible es el pabellón que resguarda una extensa colección de cuadros de antiguos artistas, entre el que sobresale la Virgen Santísima sextina de Rafael.