El Museo Judío de Berlín fue fundado en 1999 y forma parte del complejo arquitectónico que conforma el Museo de Berlín, ubicado en la capital alemana.
El diseño fue trabajo del arquitecto polaco Daniel Libeskind que se basó en ventanas de diferentes formas y fachada metálica para recrear un ambiente vacío en el edificio, como el que dejaron los desaparecidos judíos durante el holocausto nazi. Además se encuentra habilitada una galería de muestra con objetos y obras artísticas que reflejan la historia que vivieron los judíos en Alemania desde hace 2000 años y hasta la actualidad.
Para el proyecto de diseño del museo se realizó un concurso en el año 1989, donde importantes arquitectos plasmaron sus ideas en el papel a fin de crear un espacio histórico donde cualquier persona pudiese apreciar la vida después del holocausto en Alemania. Finalmente ganó el concurso Libeskind, con su proyecto que se basaba en la idea de que solo a través del conocimiento de lo que se vivió en el Holocausto depende el futuro de la historia de Berlín y se resume en una frase «vacío y ausencia».
El concurso finalizó en 1982, la construcción del museo se inició en 1993 con la idea de que éste fuera inaugurado en 1995, sin embargo el edificio se terminó en 1999. Cuando el edificio fue abierto al público, aún no se exponían obras, y se convirtió en el museo más grande y con mayor convocatoria exponiendo únicamente arquitectura.
Construcción
Durante la construcción del museo surgieron muchas variantes de acuerdo al diseño, debido a que la maqueta que servía de muestra no era el diseño a seguir durante su construcción. Algunas diferencias a tener en cuenta entre éstas dos son por ejemplo; en el diseño en maqueta habían tres torres exteriores, las cuales en el modelo terminado concluyeron formando solo una, otra diferencia es la inexistencia de la torre junto al edificio por el cual se planeaba crear la entrada, como esto no fue así la entrada principal quedó en el edificio antiguo del Museo.
Otra variante en la construcción fue que en el diseño previo a la construcción se pretendía crear la fachada externa de forma inclinada, similar a las Torres Kio de Madrid y un hueco exterior, pero esto no fue así, la fachada se construyó en forma perpendicular y si bien el hueco se realizo, éste fue realizado de manera suavizada.
Acceso al museo
El ingreso al Museo Judío se realiza por el sótano del edificio donde unas escaleras poco iluminadas llevan a una serie de salas -que no están en exposición- y tres pasillos que se cruzan dificultando un poco la orientación del visitante, por ello el edificio cuenta con diversas luces en los techos que ayudan a transitar por el edificio. El Museo cuenta con un piso subterráneo y cuatro más por sobre el nivel del suelo.
Alejadro Gallego Ramirez
01/03/2011 at 23:22
Me parece muy iteresante las edificaciones costroidas y que en ellas moestran y relatan lo ocurrido en tiempo de la guerra, en ese tiepo que marcaron las religiones y el estado social. El mundo en esa epoca cuado se establesia un Comunismo Regimem de mano dura contra los opositores y esquirdistas, deresistas todos fueron la parte fundamentel para la vida en desarrollo y endustria en EUROPA y ALEMANIA se muestra una vicion muy agradable para el desarrollo como un pais en paz y amable… lacaida del muro de Berlin,,,tubo su exito y fustracione por dar mucho dolor a perssona pricionera,Hojeto de Escilio obligatorio a una sola ALEMANIA, hobligada a su Regimen de Mano Dura contra la POBLCION MENOS FABORECIDI…